¿Son los loot boxes (cajas botín) una forma de juego de azar?
¿SON LOS LOOT BOXES (CAJAS BOTÍN) UNA FORMA DE JUEGO DE AZAR? Por Carlos Serrano…
Nos adentramos en el año 2022, y como cada Año Nuevo empezamos a plantearnos propósitos para intentar cumplir durante los próximos 365 días. Desgraciadamente, todos hemos fracasado más de una vez con los nuestros, quizá la mayoría de veces. El siguiente post explora por qué fracasamos y cómo podríamos cumplir con nuestros propósitos de año nuevo.
Errores que cometemos:
Hay errores comunes a la hora de imponernos propósitos que hacen que estos sean más difíciles de cumplirse o perdamos la motivación por hacerlos:
El principal es solo centrarnos en los beneficios o metas a largo plazo (tener un cuerpo hercúleo, hablar inglés como Tom Hiddleston), objetivos demasiado lejanos en el tiempo. Cuanto mayor sea la demora de la recompensa (reforzador), más difícil se nos hace continuar con nuestro propósito debido a que no encontramos gratificaciones inmediatas por el camino, lo que puede hacer que la tarea se vuelva tediosa o para nada placentera en sí misma, lo que impulsa la probabilidad de dejarla por el camino en muy poco tiempo; perdemos la ilusión por continuar con ellos.
Error común es que mi propósito no dependa de mí, si no diferencio en el propósito cosas que dependen de mí de las que no, probablemente pierda el tiempo y me frustre. Si mi objetivo es conseguir pareja, esto depende de que otra persona quiera estar conmigo, es mejor orientar el propósito hacia cosas que te ayuden a conseguir pareja pero que sí dependan de ti: ir a eventos sociales a conocer gente, cuidar la imagen personal, ser agradable con la gente que te interesa…
Hacerme muchos propósitos por simplemente tenerlos es receta para el fracaso. cuanto más cosas me proponga más fácil es que las pierda de vista o no pueda cumplir con tanto. A su vez proponerse cosas por tener propósitos y no por que te convenzan las cosas que te propones te va a llevar a abandonarlos para mediados de enero.
Otro de los errores que cometemos es no valorar lo que tenemos que dejar de lado. Por ejemplo, si quiero adelgazar tendré que dejar de comer bollos todos los días, si quiero aprender inglés y la academias son los sábados por la mañana, tendré que pensar que ya no podré salir de cañas todos los viernes con mis amigos. Si no somos conscientes de estas consecuencias, no seremos conscientes del proceso y hará que nos desmotivemos más al toparnos con estas dificultades por sorpresa.
¿Cómo cumplir con nuestros propósitos?
Al establecer propósitos es fácil pasar directamente a qué cosas concretas queremos o tenemos que hacer (cómo hacer diferentes ejercicios, dónde ir a una academía de inglés…), pero pocas veces nos ponemos un por qué. Teniendo un porqué claro y que consideremos valioso, favorecemos nuestro compromiso con los propósitos y nos encontraremos más “motivados” a la hora de cumplirlos.
Se ha observado que en diferentes estudios de fumadores y de campañas de conciencia de tráfico es significativamente más beneficioso establecer un porqué delimitado, unas razones que justifiquen el propósito que se va a llevar a cabo: ¿por qué quiero dejar de fumar? – beneficios que voy a obtener, por qué es importante, ¿qué voy a ganar y ahora mismo cuál es la razón de tener que hacerlo? Por ejemplo: “en este último año he visto que no he podido subir las escaleras a causa del consumo de nicotina, quiero poder subirlas perfectamente para finales del año que viene”. Si voy a realizar una tarea costosa, tener claro por qué es bueno que lo haga me ayudará a realizarla, no estoy dejando de fumar simplemente porque me lo dice el médico, quiero gozar de una buena salud y poder ver crecer a mis hijos, por ejemplo. Es muy importante hacer explícito este deseo.
Una vez establecido un propósito y su porqué, no debemos fijarnos solamente en la meta final, es importante dividir los objetivos en subobjetivos para alcanzar nuestro propósito. Estos subapartados son más asequibles y fáciles de manejar. Esto hace que la tarea de cumplir con un pedazo de propósito se vuelva más sencilla ya que nos marcamos pasos más factibles de realizar a corto plazo con los que irnos premiando. Si quiero aprender inglés, los pasos intermedios podrían ser: consultar una academia, comprar el material, ir el primer día, aprender los colores principales… e ir evolucionando poco a poco hasta tener nuestro título colgado. Es importante fijarse y centrarse en lo que hay entre el inicio y la meta final, es decir, la totalidad. Solamente atender al último paso puede hacer que nos dé vértigo empezar, haciendo menos probable que la iniciemos o que nos quedemos en el camino porque parezca que no avanzamos.
Si mi propósito es “llevar una vida saludable” (objetivo muy amplio), puedo dividir esto en 3 áreas: alimentación, ejercicio y salud mental. Haré lo mismo con estas nuevas áreas y aplicaré en cada una de ellas lo hablado en el párrafo anterior:
¡Importante! Nuestras metas tienen que ser realistas y controlables por nosotros; no podemos ponernos gustar a la chica de nuestros sueños, que me contraten en Google, ser Henry Cavill o que encuentre la manera de acabar con la guerra en el mundo.
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